Lo soñó durante varios meses. En el mundo onírico lo llevaba en la maleta, empacado entre la ropa, relleno de medias y con miedo a que se quebrara. A veces el sueño avanzaba más, se subía al avión y recibía la primera comida desabrida servida por una azafata con nariz de tucán. Fueron muchos meses y poco a poco el avión se acercaba a tierra. El día que aterrizó se despertó sobresaltado. Fue a buscar la maleta que siempre llevaba en viajes internacionales. Estaba cubierta de polvo y la cremallera se trababa. La abrió y lo encontró, por fin había llegado el mono.
Material: Cerámica
Medidas
Alto: 24 cms
Ancho: 16 cms
Profundidad: 17 cms
No incluye las flores.
